Los bioplásticos se fabrican a partir de sacáridos (azúcares), aceites y hasta de proteínas que se obtienen de cultivos, plantaciones forestales, y hasta de bacterias.

Algunos ingredientes muy importantes hasta hace poco provenían exclusivamente del petróleo, y ahora se sintetizan a partir de cultivos (fuentes bio), gracias a la innovación y el desarrollo que permiten la demanda de los consumidores.